SI... MARTIN PALERMO OTRA VEZ


Conozco un muy buen periodista de Tandil, Hugo Rodríguez, que es bostero (algo quemero también), palermiano como yo, que tuvo la delicadeza con este blog de mandar unas líneas emotivas sobre San Martín y su gol salvador para Argentina.

Lo mejor de todo esto -aparte del 2 a 1- es que Hugo es mi amigo. Y además escribe bien...

Lean lo que el gran Martín Palermo nos "obliga" a sentir a los que amamos el fútbol y las gestas heróicas, en el mejor deporte del mundo.


¿Qué decir y cómo hacerlo? Son las preguntas que se me pasan por la cabeza en estos minutos cuando todavía Palermo está besándose su brazo izquierdo y mirando el cielo dice: ¡Gracias, gracias!

Es más, todavía no se si voy a poder escribir algo, porque la luz se ha vuelto a cortar aquí en Mar del Plata como lo hizo a las cinco de la tarde, hecho que hizo desempolvar la vieja portátil a pilas que me regalo mi amigo José Luis y que es cábala desde el minuto cero, pero que solo uso en los clásicos y decisivos partidos.

Llueve desde temprano en gran parte del país, y desde hace unos segundos llueven mis ojos, y no quiero disimularlo. Es más, me confieso con ustedes amigos lectores, este tipo me hace lloriquear más que mis hijas. Y
en estas lágrimas me alegro por él; por ese hombre rubio y alto, que me sigue haciendo derramar agua por los ojos con el solo hecho de meter una pelotita de fútbol en el arco rival.

Es increíble, hace más de diez años que este futbolista hace lo mismo y no me acostumbro, sigue consiguiendo el mismo efecto, me deja boquiabierto, sin reacción y sin palabras, y eso, para mi que tengo que escribir, es ingrato.

Pero así es Palermo, el héroe de la película tan mentada, el que resucita siempre, el que me deja sin metáforas para poner en estas y en otras futuras líneas. Y como las musas de la inspiración también andan moqueando y aplaudiendo por el Liberti e indefectiblemente no vendrán a auxiliarme, es que terminaré esta carta sin poder reponerme a la emoción y a la falta de ideas.

Martín Palermo tiene un don, un regalo de Dios, y él lo utiliza, a Dios gracias.

Y como Dios, según dicen, todo lo sabe, fue que ordeno llorar toda la tarde a sus ángeles, para que el final fuese más epopéyico en este film protagonizado por el goleador; que siempre, pero siempre, tiene un as guardado bajo su manga. La historia pues, no termina acá, seguro que no.
Solo me queda decir, copiando al gran Víctor Hugo Morales: "¡Gracias Dios por estas lágrimas y por Martín Palermo!... y yo agrego, la patria futbolera se los agradece a los dos y dice ¡Amén!

Hugo Rodríguez
hugorodriguez_prensaferro@yahoo.com.ar




Para volver a ver el gol y emocionarse, escuchar a Martin, la palomita de Diego y música de Fito Páez...




“Los goles que yo marqué fueron normales,
los milagros los hace San Palermo”
Diego Maradona en la conferencia de prensa.

6 comentarios:

Ráfaga dijo...

Sin duda un gran poeta se volvió el amigo Hugo, me gustó mucho tu texto, muy bien hecho, Palermo es un grande y es un héroe.

JLO dijo...

De mas esta decirte gracias Hugo por el gesto y por tus palabras hacia el titán... y por recordarme esa radio/recuerdo tmb... abrazo grande...

Anónimo dijo...

Master! ¿qué decirte?, nada, solo el abrazo de siempre.
Gracias Tigre 007, lo de poeta, no se, es mucho. Solo soy un periodista al que no le cuesta escribir, y lo hago con la pasión con que encaro todo en la vida. Si encima le llega a alguién más me doy por hecho. Abrazo grande.

Hugo Rodríguez

Grande Huracán dijo...

que grande Palermo! no se que haría la seleccion sin él!

el chachi dijo...

Todo muy lindo, la emocion, pero no puedo soportar que peru juegue a la argentina y nosotros a la italaliana.
Merecimos perder por 3 goles.
Si mañana queda afuera la seleccion, se enciende la esperanza, angel cappa en el banco y roman en la cancha.

La MaGa dijo...

La imagen de Palermo bajo la lluvia mirando al cielo...casi épica.
Buenísimo el blog! Me llegó de manera especial por mi historia personal, así que te felicito.
Saludos quemebosteros!
(y qué grande Marito, calidad y humildad)