Y un día Martín Palermo, el mejor 9 de la historia de Boca Juniors, llegó a los 200 goles con esa camiseta
Agarró un centro maravilloso de Rodrigo Palacio y el Loco no tuvo mejor idea que clavarla de chilena en el arco. ¿De qué otra manera podía hacer su gol número 200 en Boca? Con todos los lujos, claro, porque el goleador sabe de fiestas. Y una que era de Boca, por una clasificación más a octavos de final, como ocurre desde el 2000 cada vez que juega la Copa, terminó en otra noche palermiana. Cosa de ídolos.
Goleador de goleadores, sus hinchas lo agasajan colgándole una bandera en cada partido. Como aquella que tiene todos esos números que a cada grito son tachados con una cruz roja. Palermo no deja de hacer historia y el corazón Xeneize lo disfruta. Por eso, claro, en La Boca ya están preparando otra bandera...
Llegó Luciano Figueroa, apareció Lucas Viatri, pero ninguno le hace sombra al nueve de 35 años. Ni haberse perdido todo el semestre pasado logró afligirlo. Palermo es una referencia irremplazable: Palermo es un bien necesario. Palermo, hoy, es un prócer. Basta con mirar los datos: lleva 22 goles en Copa Libertadores, cuatro convertidos en esta primera fase de la edición 2009.
Tiene esa palabra que es sinónimo de conversión, de grito, de alegría y que es necesaria para ganar en su deporte entre ceja y ceja. La busca y la encuentra, o mejor dicho lo busca y lo encuentra. Es un amigo del gol con cada abrazo que le pega a la pelota. De todos los colores. De cabeza, de chilena y hasta con las dos piernas (como en aquel recordado penal en el que resbaló), él lo huele, lo siente.
Al mismo tiempo que infla el pecho, este devorador de redes implacable muestra su lado humilde. Sin ir más lejos, hoy después de convertir dos tantos para la victoria de Boca festejó pidiendo el cambio de bandera: "Les dije que traigan otra porque ya no tienen más números para tachar".
¿Qué le falta a Martín? El mismo usa la ironía en su respuesta: "¿217 son los goles de Cherro? Y bueno, ahora voy por Cherro". Y el hombre sigue haciendo historia...
Nota del diario deportivo Olé...
Agarró un centro maravilloso de Rodrigo Palacio y el Loco no tuvo mejor idea que clavarla de chilena en el arco. ¿De qué otra manera podía hacer su gol número 200 en Boca? Con todos los lujos, claro, porque el goleador sabe de fiestas. Y una que era de Boca, por una clasificación más a octavos de final, como ocurre desde el 2000 cada vez que juega la Copa, terminó en otra noche palermiana. Cosa de ídolos.Goleador de goleadores, sus hinchas lo agasajan colgándole una bandera en cada partido. Como aquella que tiene todos esos números que a cada grito son tachados con una cruz roja. Palermo no deja de hacer historia y el corazón Xeneize lo disfruta. Por eso, claro, en La Boca ya están preparando otra bandera...
Llegó Luciano Figueroa, apareció Lucas Viatri, pero ninguno le hace sombra al nueve de 35 años. Ni haberse perdido todo el semestre pasado logró afligirlo. Palermo es una referencia irremplazable: Palermo es un bien necesario. Palermo, hoy, es un prócer. Basta con mirar los datos: lleva 22 goles en Copa Libertadores, cuatro convertidos en esta primera fase de la edición 2009.
Tiene esa palabra que es sinónimo de conversión, de grito, de alegría y que es necesaria para ganar en su deporte entre ceja y ceja. La busca y la encuentra, o mejor dicho lo busca y lo encuentra. Es un amigo del gol con cada abrazo que le pega a la pelota. De todos los colores. De cabeza, de chilena y hasta con las dos piernas (como en aquel recordado penal en el que resbaló), él lo huele, lo siente.
Al mismo tiempo que infla el pecho, este devorador de redes implacable muestra su lado humilde. Sin ir más lejos, hoy después de convertir dos tantos para la victoria de Boca festejó pidiendo el cambio de bandera: "Les dije que traigan otra porque ya no tienen más números para tachar".¿Qué le falta a Martín? El mismo usa la ironía en su respuesta: "¿217 son los goles de Cherro? Y bueno, ahora voy por Cherro". Y el hombre sigue haciendo historia...
Nota del diario deportivo Olé...
1 comentario:
Ahora espero ver tu opinión che, no la de Olé ja.
Lo importante fue en que momento llegó el 200 de Martín, cuando el equipo más lo necesitaba, Martín es el eterno goleador, Lucho es bueno, Viatri también, pero no se le compara.
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